También es
conocido como guayaba
amazónica. Su fruto tiene excelente sabor y aroma; es apto para producir jugos,
mermeladas y helados; para la producción industrial de pulpa congelada, fruta
disecada y la posibilidad de obtener aromas para perfumes. Se adapta bien a
suelos pobres y ácidos; de clima tropical y subtropical, sin riesgo de heladas.
Se propaga
por semillas que germinan entre los 30 y 105 días después de sembradas. Es un
arbusto de 3 m de altura, con ramificación densa. Sus ramas de edad adulta son de
color marrón, elípticas y cubiertas de vellosidades. Presenta inflorescencia de
1 a 4 flores pediceladas. El fruto es esférico, ligeramente achatado arriba,
cáscara de 1 mm, diámetro de 5 a 10 cm y peso de 200 a 400 g; verde, madura
amarillo, suculento, ácido agradable, muy aromático, relativamente frágil,
contiene hasta 20 semillas. El fruto de arazá es muy perecedero (3 días a 25ºC,
con enorme deshidratación y problemas de podredumbre por antracnosis). Es
sensible a daños por frío (escaldadura) a temperaturas de conservación
inferiores a 12ºC. Un calentamiento intermitente durante la conservación frigorífica a temperaturas subóptimas
reduce estos daños. Un tratamiento del fruto con 1-metilciclopropeno (1 ppm)
durante 1 h a 20ºC previo a su conservación a 12ºC extiende su vida comercial
hasta las 2 semanas retrasando su maduración.
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